Nuestro Fundador

Nuestro Fundador es Santo Domingo de Guzmán, un sacerdote español, de familia noble, quien cuando tenía seis años fue entregado por sus padres a un tío suyo, quien era el principal de los presbíteros en Gumiel de Izán, él se encargó de su educación primera, después, a los catorces años fue enviado al Estudio General de Palencia, España, y en el que se enseñaban todas las artes liberales, las ciencias humanas y sagrada teología. El joven Domingo se entregó de lleno al estudio de la teología, porque tenía una gran sed de conocer a Dios. A los 24 años de edad, Domingo fue llamado por el obispo de Osma para ser canónigo de la catedral y a los 25 años fue ordenado sacerdote. Posteriormente fundó la Orden de Predicadores (más conocida como los dominicos), a raíz de la necesidad que vio de evangelizar y predicar el evangelio a todas las personas que estaban en la herejía, y alejados de Dios, creyendo cosas erróneas sobre la fe y la religión. Las monjas dominicas fueron las primeras en ser fundadas por él, encargándonos una vida recogida y de oración para que la predicación de los frailes dominicos pudiera ser fecunda y así se pudieran salvar las almas para Cristo.

Toda su vida está llena de acontecimientos asombrosos, sin que por ello deje de resaltar su personalidad tan sencilla, alegre, humana, compasiva, en resumen, él fue un buen sacerdote, un verdadero predicador de Cristo y gran hombre de oración. Murió en Bolonia el 6 de agosto de 1221 y fue canonizado por Gregorio IX en 1234.

Para mayor información
https://www.dominicos.org/quienes-somos/santo-domingo-de-guzman/vida/

Nuestro Carisma

El deseo de Santo Domingo fue que las monjas viviéramos la gracia de la Contemplación, de donde brota toda la misión predicadora de nuestra Orden. Así, con nuestra vida de oración, de estudio de la Sagrada Escritura, de fraternidad, las monjas dominicas buscamos a Dios, para que la Palabra que sale de su boca, no vuelva a él vacía, sino que prospere en aquellos a quienes ha sido enviada, de modo que todos los hombres vuelvan su mirada otra vez a nuestro Padre del Cielo y a su Reino

Nuestro Habito

El Hábito externo que vestimos las monjas dominicas es una señal exterior de lo que vivimos interiormente: nuestra consagración a Dios, lo cual nos ha despojado del hombre viejo y nos ha revestido del hombre nuevo (Cf. Ef 4,23-24). Consta de una túnica blanca, con un escapulario blanco, que nos recuerda la pureza de vida a la que estamos llamadas, la pureza que Dios imprimió en nuestra alma el día de nuestro Bautismo, está ceñido con una correa negra de la que cuelga un rosario, la cual significa el voto de castidad y la vida de oración a la que nos comprometemos; el velo negro y la toca blanca que nos distingue como esposas de Cristo en exclusividad para él, y finalmente la capa negra que nos recuerda la vida penitencial como un medio necesario para lograr una conversión espiritual llena de Amor a Dios y a su voluntad.

El Escudo O.P.

Es el emblema de nuestra Orden, los dos escudos más comunes son el Liliado y el Mantelado, ambos contienen la Cruz, signo de todos los cristianos, pero compuesto por una flor de lisada, sobre un fondo blanco, y un sable negro, los mismos colores del habito dominicano. Esta vinculación del lirio a la familia dominicana, se deriva desde la familia de Santo Domingo, pues si recordamos que en las armas de la casa de Aza entraba también la cruz flordelisada: «una cruz roja con remates de flor de lis…”, no es de extrañar, que la flor de lis aparezca frecuentemente vinculada a nuestra Orden desde los orígenes. El escudo mantelado, consta de dos símbolos relacionados con la persona de nuestro fundador: la estrella y el cachorro con la tea encendida, aludiendo al sueño de su madre, de que daría a luz a un cachorro que incendiaría el mundo con el fuego de su Predicación. El primer escudo, lleva añadido el lema: Alabar, bendecir, predicar, y el segundo: Veritas (verdad), ambos son lemas tradicionales de nuestra Orden.

Frases Dominicanas

Lemas de Nuestra Orden:
• Contemplar y dar lo Contemplado
• Veritas
• Alabar Bendecir y Predicar

Frases de Nuestro Padre Santo Domingo:
• “El trigo amontonado se pudre”
• “Tened caridad, conservad la humildad, poseed la pobreza voluntaria”.
• “No quiero estudiar sobre pieles muertas, mientras mis hermanos se mueren de hambre”.

VISITA EL
MONASTERIO DE SANTA CATALINA

Leer más